martes, 17 de diciembre de 2019

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Mantener una dieta equilibrada en Navidad

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Mantener el peso en Navidad, ¡se puede!

Comidas y cenas de Navidad y Año Nuevo tienen la mala fama de desencadenar numerosos casos de acidez estomacal, desórdenes digestivos y estragos en el control de peso. En efecto, durante esta temporada podemos degustar todo tipo de platos navideños con alto contenido de calorías, pero también es posible evitar que todos esos deliciosos alimentos afecten nuestra salud.
Sólo es cuestión de planificar el contenido de los menús navideños, así como tener un poco de fuerza de voluntad para no caer en la tentación de consumir todo lo que se nos pone por delante.
En términos generales no existe nada que esté prohibido durante esta temporada, sólo hay que cuidar las cantidades que se ingieren y no dejar de consumir aquellos alimentos que nos garantizan el mantener una dieta equilibrada.

Cuidar el peso paso a paso

Las palabras clave en estos tips para mantener el peso en Navidad son moderación y equilibrio:
  • Al ir de compras. Evita caer en la tentación de comprar licores, golosinas o mantecados en exceso. Tampoco adquieras cantidades insospechadas de carne o pescado para tus celebraciones. Sé prudente y piensa que los grandes banquetes sólo ocurrirán dos veces, en Nochebuena y Año Nuevo.
  • ¿Ir a la cama sin cenar? Quizá has pensado que para no aumentar de peso con las comilonas de diciembre, puedes "compensar" tu ingesta de calorías acostándote sin cenar. Esta percepción es errónea, no sólo porque se priva al organismo de nutrientes que requiere para su regeneración, sino porque es muy probable que termines sintiendo hambre y acabes levantándote a media noche a picar algo. La solución es sencilla: cena ligero. Ensalada, fruta, cereal con fibra, yogurt o sopa de verduras pueden ser tus mejores aliados. Recuerda no acostarte de inmediato después de cenar, deben transcurrir al menos dos horas para una buena digestión.
  • Dulces navideños. Puedes comer postres y dulces tradicionales de cualquier tipo, sólo que en cantidades moderadas y de preferencia en ocasiones especiales (durante las festividades o cuando tengas visitas), no todos los días del mes. Si recurres a turrones, chocolates u otros productos light, no los utilices como excusa para comer más; al contrario, si en realidad quieres que funcionen ingiere las mismas cantidades que con alimentos normales.
  • Comidas navideñas. Ya sea como invitado o anfitrión, piensa que el objetivo principal de los eventos en esta época no es comer, sino convivir con gente que quizá sólo ves una vez al año. Conversa y disfruta de la compañía sin comer demasiado.
  • Entrantes para las grandes cenas. Tanto en beneficio de tu digestión como de tu nutrición, una estupenda opción para aminorar los atracones en las cenas de Navidad y Año Nuevo es recurrir a entrantes ligeros (hortalizas, verduras o sopa) antes del "plato fuerte".
  • Carne... con moderación. Si tu opción para las celebraciones más importantes es preparar platos navideños a base de carne, lo más aconsejable es que elijas aquellas recetas que se elaboran con aves (pollo, pavo) o pescado (bacalao, merluza u otros), ya que poseen menor índice de grasa y son más fáciles de digerir. Ahora bien, si deseas comer carnes rojas (ternera, cordero, cerdo), prefiere aquellas partes en que el índice de grasas es menor (magras). En todo caso, no olvides acompañar estos alimentos con guarnición de verduras o ensalada.
  • El "toque" de condimentos. Para sazonar tus alimentos, te recomendamos que prefieras las especias que utilizas habitualmente, sin abusar de las cantidades empleadas, ya que de lo contrario puedes ocasionar irritación y acidez estomacal.
  • Cantidad de alimentos. Una vez en la mesa, uno de los puntos fundamentales es no excederse en las cantidades. Es por ello que aconsejamos austeridad al servir, siendo preferible que algunos de los comensales puedan repetir después, según su apetito.
  • Postres navideños. Es buena idea que en vez de alimentos con mucha azúcar prepares postres a base de piña, naranja, mango o frutos del bosque (como mora  o frambuesa), ya que contienen nutrientes indispensables para el organismo y sustancias que te ayudarán a mejorar tu digestión (enzimas).
  • Té e infusiones. Durante toda la temporada invernal puedes recurrir a estas bebidas para hidratarte correctamente, acabar con los antojos y, por si fuera poco, son una respuesta a cómo mejorar la digestión y el sistema de defensas. Manzanilla, menta y anís son de gran utilidad, y pueden consumirse antes de ir a dormir.
Finalmente, conviene tomar en cuenta que los días festivos durante diciembre son excepciones y que el resto del año debes continuar tu alimentación variada y equilibrada.

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